Hoy 14:00 hs
Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift
La Real Academia Española define la sátira con dos acepciones. Por un lado significa “composición poética u otro escrito cuyo objeto es censurar acremente o poner en ridículo a alguien o algo.” Como segunda definición encontramos “discurso o dicho agudo, picante y mordaz, dirigido a este mismo fin”.
Solo partiendo de este término podemos comenzar a hablar de la obra más famosa del irlandés Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver.
Una obra que se concibió como una crítica tan mordaz como sutil cuando la escribió, allá por 1726. El paso de los años ha modificado el verdadero cometido de la novela, y el ideario colectivo se ha quedado casi sin darse cuenta con una sencilla novela de viajes que cuenta las hazañas de un marino por tierras extrañas.
Nada más lejos de la realidad.
Los vicios y flaquezas de la sociedad son plasmadas bajo el telón de una serie de viajes extravagantes llevados a cabo por el capitán Lemuel Gulliver. Desde Lilliput hasta Laputa, pasando por la tierra de gigantes Brobdingnag o la tierra de los honorables houyhnhnms, esos seres con aspecto de caballo tan racionales y justos. Un compendio de periplos a través de los cuales Swift nos revela la codicia humana, la ambición, el belicismo descontrolado, la corrupción o incluso las exageraciones de la ciencia empírica de la época.
Son innumerables los ejemplos que sirven a Swift para describir con una sutil ironía (tan sutil que el paso del tiempo la ha ido borrando) las características de la sociedad británica en particular y la humanidad en general.
En La Milana Bonita hemos querido reivindicar el verdadero propósito que tuvo el autor al escribir esta obra de fama internacional y nosotros mismos nos hemos despojado de los prejuicios que convirtieron a la novela en lo que no es.
Quizás hay dos formas de disfrutar del libro, quizás es una simple cuestión de edad, pero no cabe duda de que Los viajes de Gulliver esconden mucho más de lo que, en ocasiones, aparenta.
Los invitamos a descubrir la verdadera cara de la moneda en este programa a través de nuestras secciones habituales, como la Piedra Roseta, la Pluma o Textos con Contexto.
Son tantos y tan distintos los destinos de Gulliver, que cada miembro de La Milana se ha quedado con un paraje.
Hemos vuelto al viejo debate sobre si es literatura juvenil o no y hemos disfrutado hablando de las posibles intenciones de Gulliver sobre este o aquel tema.
Una vez más nos hemos quedado cortos, pues podríamos estar debatiendo horas y horas. Por ello disfruta con nosotros de esta novela histórica y ayúdanos a reivindicar la auténtica intención de Jonathan Swift, muy alejado de las adaptaciones cinematográficas más bien mediocres.
Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift
La Real Academia Española define la sátira con dos acepciones. Por un lado significa “composición poética u otro escrito cuyo objeto es censurar acremente o poner en ridículo a alguien o algo.” Como segunda definición encontramos “discurso o dicho agudo, picante y mordaz, dirigido a este mismo fin”.
Solo partiendo de este término podemos comenzar a hablar de la obra más famosa del irlandés Jonathan Swift, Los viajes de Gulliver.
Una obra que se concibió como una crítica tan mordaz como sutil cuando la escribió, allá por 1726. El paso de los años ha modificado el verdadero cometido de la novela, y el ideario colectivo se ha quedado casi sin darse cuenta con una sencilla novela de viajes que cuenta las hazañas de un marino por tierras extrañas.
Nada más lejos de la realidad.
Los vicios y flaquezas de la sociedad son plasmadas bajo el telón de una serie de viajes extravagantes llevados a cabo por el capitán Lemuel Gulliver. Desde Lilliput hasta Laputa, pasando por la tierra de gigantes Brobdingnag o la tierra de los honorables houyhnhnms, esos seres con aspecto de caballo tan racionales y justos. Un compendio de periplos a través de los cuales Swift nos revela la codicia humana, la ambición, el belicismo descontrolado, la corrupción o incluso las exageraciones de la ciencia empírica de la época.
Son innumerables los ejemplos que sirven a Swift para describir con una sutil ironía (tan sutil que el paso del tiempo la ha ido borrando) las características de la sociedad británica en particular y la humanidad en general.
En La Milana Bonita hemos querido reivindicar el verdadero propósito que tuvo el autor al escribir esta obra de fama internacional y nosotros mismos nos hemos despojado de los prejuicios que convirtieron a la novela en lo que no es.
Quizás hay dos formas de disfrutar del libro, quizás es una simple cuestión de edad, pero no cabe duda de que Los viajes de Gulliver esconden mucho más de lo que, en ocasiones, aparenta.
Los invitamos a descubrir la verdadera cara de la moneda en este programa a través de nuestras secciones habituales, como la Piedra Roseta, la Pluma o Textos con Contexto.
Son tantos y tan distintos los destinos de Gulliver, que cada miembro de La Milana se ha quedado con un paraje.
Hemos vuelto al viejo debate sobre si es literatura juvenil o no y hemos disfrutado hablando de las posibles intenciones de Gulliver sobre este o aquel tema.
Una vez más nos hemos quedado cortos, pues podríamos estar debatiendo horas y horas. Por ello disfruta con nosotros de esta novela histórica y ayúdanos a reivindicar la auténtica intención de Jonathan Swift, muy alejado de las adaptaciones cinematográficas más bien mediocres.
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