Hoy 21:30 hs
Barrio Canino
Anarquistas
y judíos: extranjerismo, internacionalismo, identidad y
colectividades comunitarias, 1870-1917
Esta
semana hablamos de la poco conocida relación histórica entre el
anarquismo y los judíos, a finales del siglo XIX y primeras décadas
del XX. Nos acompaña en el estudio Yago Mellado, autor del libro "El
anarquismo en el espejo judío", publicado por la Fundación
Anselmo Lorenzo (FAL).
La
historia que contamos hoy abarca desde la década de los 70 del siglo
XIX y empieza a desdibujarse después de la I Guerra Mundial,
concretamente el año 1917, marcando, en efecto, un importante punto
de inflexión. En este año tendrán lugar dos acontecimientos
determinantes: la revolución rusa y la declaración Balfour, que
contenía el explícito compromiso británico con la creación de un
hogar judío en Palestina.
A
finales del siglo XIX, con la fundación de los estados-nación
europeos, instigados por el liberalismo, tanto judíos como
anarquistas quedan fuera de este nuevo escenario político. Los
anarquistas porque rechazan frontalmente el Estado, a través del
cual nunca se alcanzará la emancipación obrera, y los judíos
porque son la pieza que no encaja en el puzzle europeo, donde el
antisemitismo es cada vez en fenómeno más creciente. Ambos grupos,
anarquistas y judíos, se apoyan así en el internacionalismo como
punto de partida de sus posicionamientos.
Empieza
así un proceso de politización de la causa judía, con una gran
influencia mutua entre anarquistas y judíos que acaba desembocando
en el surgimiento del anarquismo yiddish. Surge también una cultura
de resistencia muy influenciada por el movimiento obrero y que
contribuye en gran medida a consolidar la identidad judía.
El
movimiento obrero, y los anarquistas en particular, tienen un
importante papel en el desarrollo de los kibbutzim, los primeros
asentamientos de judíos en Palestina. Estos asentamientos
comunitarios tienen un marcado carácter antiautoritario y se
gestionan colectivamente al margen de presiones externas y sin
relación alguna con ningún Estado. Sin embargo, el auge del
sionismo a comienzos del siglo XX y el desarrollo de la identidad
nacional judía, cambia el desarrollo de estas comunidades y lo
alejan del viejo sueño anarquista.
Anarquistas
y judíos mantienen así una relación histórica clave para que
comprender los acontecimientos que debían producirse después, tanto
para los anarquistas como para los judíos.
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